Tribulaciones "de exsilium" del Sr. M.
    ...pues sí, desde aquel nefasto día en que me fue notificada la orden de destierro y retiradas las anti-coderas de cuero curtido (que permitían desarrollar mi labor como Procudaror), he vivido sin dejar un sólo día de permitir que el remordimiento de aquella ignominiosa acción me carcomiera por dentro. Por tanto, se entenderá que cante loas a los dioses cuando ha llegado al fin una notificación lacrada con el anagrama de J.V. que me ordena regresar a mi puesto original.
   Durante este tiempo he creído bueno ampliar mis conocimientos acudiendo a Templos de Minerva tales como la Biblioteca Nacional, palacios, museos, &c. Sabía que era mi deber y así lo hice... pero un sentimiento poco a poco afloraba en mí: un sentimiento de fraternidad hacia el Enemigo.
   Al principio lo ignoré,... hasta que dominó mis sueños.
   Hoy, a 19 de Julio (mes agraciado con Su nombre), he cedido a la tentanción... La Iglesia de la Cienciología ha sido visitada.
   [...] una vez en el Santuario (un vasto edificio de 5 plantas en el centro de Madrid), tomé contacto con algunas verdades supremas. Así, aprendí los principios de la Dianética, la cual se me iba revelando, cartel a cartel, mientras ascendía por una rampa que me elevaba más y más hasta llegar a climax del misterio revelado: El Credo Cienciológico.
   Conocí los trabajos de del Señor Hubbard, el descubridor de la Verdad, experto de 11 campos del saber en su época. En vano intenté recordar aquel portento entre los sabios de mediados del XX, pero mi memoria es frágil.
   No dudé en hacer uso de mis más primitivos impulsos de curiosidad, esos que tan mal se me da reprimir cuando lo inédito se interpone entre mis sentidos y mi ser: Pregunté, pregunté y pregunté por sus ritos y creencias. La respuesta fue simple: tenemos LAS TÉCNICAS... continué la inquisición y llegué a saber algunas tan interesantes como el Triángulo de Poder, la Escala Tonal (cuyo nivel 20.0, asociado al estado de Postulado aún es un arcano para mi débil inteligencia), las Ocho Dinámicas e incluso el E-metro que, en un ataque de ciega curiosidad, probé incluso sobre mi propio cuerpo... aunque por suerte no había Auditores cerca. Por último, alcancé a entender las Partes Humanas: Cuerpo, Mente y Thetán, siendo este último una suerte de sinérgia entre cuerpo y mente y cuyo símbolo es la letra Theta (los cienciólogos le dan este nombre, supongo, por evitar decir que EN LO MÁS PROFUNDO, YO SOY UNA THETA)...
   Creo que fue mi comportamiento insicivo el que impidió que me fuera ofrecido un lugar entre las bancadas de mesas con cronómetro destinadas a seleccionar a los iniciados.
   Hoy me he despertado entre pesadillas. No se bien si mis superiores hacen buena práctica ejecutando la remoción de mi castigo, pues parece que poseo una innata tendencia a simpatizar con el enemigo.
   Que J. V. tenga misericordia.
   Durante este tiempo he creído bueno ampliar mis conocimientos acudiendo a Templos de Minerva tales como la Biblioteca Nacional, palacios, museos, &c. Sabía que era mi deber y así lo hice... pero un sentimiento poco a poco afloraba en mí: un sentimiento de fraternidad hacia el Enemigo.
   Al principio lo ignoré,... hasta que dominó mis sueños.
   Hoy, a 19 de Julio (mes agraciado con Su nombre), he cedido a la tentanción... La Iglesia de la Cienciología ha sido visitada.
   [...] una vez en el Santuario (un vasto edificio de 5 plantas en el centro de Madrid), tomé contacto con algunas verdades supremas. Así, aprendí los principios de la Dianética, la cual se me iba revelando, cartel a cartel, mientras ascendía por una rampa que me elevaba más y más hasta llegar a climax del misterio revelado: El Credo Cienciológico.
   Conocí los trabajos de del Señor Hubbard, el descubridor de la Verdad, experto de 11 campos del saber en su época. En vano intenté recordar aquel portento entre los sabios de mediados del XX, pero mi memoria es frágil.
   No dudé en hacer uso de mis más primitivos impulsos de curiosidad, esos que tan mal se me da reprimir cuando lo inédito se interpone entre mis sentidos y mi ser: Pregunté, pregunté y pregunté por sus ritos y creencias. La respuesta fue simple: tenemos LAS TÉCNICAS... continué la inquisición y llegué a saber algunas tan interesantes como el Triángulo de Poder, la Escala Tonal (cuyo nivel 20.0, asociado al estado de Postulado aún es un arcano para mi débil inteligencia), las Ocho Dinámicas e incluso el E-metro que, en un ataque de ciega curiosidad, probé incluso sobre mi propio cuerpo... aunque por suerte no había Auditores cerca. Por último, alcancé a entender las Partes Humanas: Cuerpo, Mente y Thetán, siendo este último una suerte de sinérgia entre cuerpo y mente y cuyo símbolo es la letra Theta (los cienciólogos le dan este nombre, supongo, por evitar decir que EN LO MÁS PROFUNDO, YO SOY UNA THETA)...
   Creo que fue mi comportamiento insicivo el que impidió que me fuera ofrecido un lugar entre las bancadas de mesas con cronómetro destinadas a seleccionar a los iniciados.
   Hoy me he despertado entre pesadillas. No se bien si mis superiores hacen buena práctica ejecutando la remoción de mi castigo, pues parece que poseo una innata tendencia a simpatizar con el enemigo.
   Que J. V. tenga misericordia.