Sunday, January 15, 2006

Cárcavas infernales

Dos hermanos lo han visto.
Dos hermanos han sentido el pavor en carne propia.
El miedo, encarnado en umbríos páramos guancheros se ha ensañado con nuestros acólitos.
Y es que no hay nada más terrible que lo desconocido.
Aún recuerdan cómo comenzó. Nuestros queridos L.S.P., Miguel y P.C.M.,Panta se solazaban con un ameno paseo, facilitador de la digestión de los suculentos pollos asados de la región -convenientemente regados con unos caldos lusos -. La conversación transcurría fluida entre esos deliciosos temas tan recurrentes de la ociosidad relajada, a saber la posibilidad de comunicación con extraterrestres - al parecer ninguno de los dos dudaba de su existencia o no consideraban esta premisa obstáculo para la comunicación- o, en términos más irreductibles la naturaleza real de las matemáticas, descubrimiento o invento .
Coronaban ya la pequeña plazoleta donde se encuentra ese edificio abandonado tan apto para posteriores historias de terror y se sumergían de lleno en el sendero que abandona la civilización y se encamina al bosque.
Para su sorpresa, lejos de encontrar los habituales páramos solitarios que invitan a la solemne siesta dominguera, divisan en una elevación a la misteriosa congregación .
¿La congregación?
Un grupo de personas se reunía en medio de la garganta del barranco. La curiosidad les pudo, preguntado un viejo del lugar, les indicó el acceso al camino del barranco y que estaba coronado por una cruz. No dudaron, había que averiguar qué suponía aquella cita en la cima.Tras los dubitativos esfuerzos iniciales tanteando la senda, procedieron a la húmeda y embarrada cárcava.
Justo en ese momento la congregación descendía.
Sus pasos los llevaron a cruzarse con ellos. Créednos, en ese momento el más valiente de ellos hubiese deseado encontrarse ante el amor de la lumbre hogareña, con el consabido gabán raído sobre los hombros y su buen puro o pipa, con libro abierto en mano, al más correcto estilo intelectual.
-'¿Vienen a la prueba?', les interpelaron los desconocidos.
La prueba, tantos años después esa palabra aún martillea sus tímpanos.
-'No, nos han dicho que en la cima hay una cruz.' Respondieron.
Tan pronto terminaron de hablar se percataron del error. Cualquier buen mago del lugar hubiese dado una respuesta vaga para dar pie a ulteriores informaciones de los desconocidos.
Prosiguieron desalentados la marcha por un camino lleno de curvas sofocadas por zarzas y maleza.
Al coronar no encontraron la cruz. Una cascada seca y verde limitaba el paso al frente y a la izquierda se encontraba la puerta enrejada de acceso a una galería abandonada -quizá alguno de nuestros hermanos, en un breve dejà vu, lamentó la falta de un buen vagón metálico que lanzar al vacío- .
Desandaron pues el camino, mientras crecía en su interior el pavor resignado de lo oculto. ¿Qué hacía allí aquella gente? ¿Dónde estaba la prometida cruz?¿Qué significaban los socavones - claramente artificiales - que habían encontrado a la subida?¿Cuál era la misteriosa prueba?
Todo se aclaró cuando tropezaron otro grupito que ascendía.
Esta vez estaban preparados.
-'Hola, ¿Para cuándo la prueba?' interpelaron nuestros hermanos.
-'Para el sábado que viene, esto no son sino ganas de destrozar coches ¿ven los agujeros?' respondieron.
Y es que hermanos ...no hay nada más terrorífico que una manada de reagge-tunning dispuestos a destrozar sus coches en los tenebrosos barrancos.

Transcribo y comunico fielmente la historia contada por Ilmo. Sr. P.C.M. Panta

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