La Cortada (grado m) del Terror
Extracto del Diario Personal del Sr. M., PCm.
... Tras degustar un soberbio almuerzo en la morada de mi ilustrísimo amigo Pantaleón III, PCm y su adorable esposa a base de caza selecta de la región, tubérculos "a´lla rustica" y macedonia de hortalizas frescas, regado todo con un excelente vino verde espumoso (del que di la mayor cuenta), decimos el señor procurador y yo dar un paseo por el lugar con la intención de espantar el espíritu de Morfeo (el cual, acreedor de Baco, se había cebado conmigo) y de intercambiar pláticas en torno a temas de rabiosa actualidad tales como "la Metafísica Extraterrestre desde un punto de vista punsetiano".
Estábamos profundamente sumidos en nuestras disquisiciones cuando, acaeció un extraordinario acontecimiento que me ha avocado a registrar esto en mi diario personal. Pues bien, digo que vimos y oímos cómo un grupo de gente, calladamente, peregrinaba hacia las cumbres del lugar y se concentraban en un remoto barranco lejos de los agentes de la ley y el orden.
Con sólo verlo, una certeza aristotélica se nos hizo evidente: eran unos Malditos Satánicos (M.S.).
Interesados sumamente por el suceso, abordamos a un lugareño (llamado vulgarmente un "lócal") y le demandamos información sobre aquel evento (so velada pena de sendos cortes a bocajarro). Puedo casi imaginarme la reacción de de Sr. L., PCm ante la extrañeza del caballero al ser inquirido:
-¿perdone caballero, nos podría decir que hay en ese barranco?
Reacción ésta consistente en rotar 180 grados y mirar en la dirección opuesta,... sin duda con la intención de proteger la retaguardia.
- Ahí arriba hay una cruz... , p'a llegar giran por ahí mismito, sí, por ahí,... ahí mismo delante giran....sí, más acá, ahí está el camino...
En resumidas cuentas, con datos precisos en mano, trazamos una ruta que minimizara el tiempo de acceso al lugar donde , cada vez más, concurrían los M.S., pero algo ocurrió en los cálculos derivativos pues tuvimos deshacer el camino tres veces bajo la atenta mirada de los locales. Finalmente, encontramos la Ruta Verdadera, ésa que lleva a la gnosis absoluta, y lo supimos de inmediato porque a nuestro paso salieron algunos M.S. con cara de pocos amigos. ¡Verdad, verdad es que sólo cuando uno entra en la verdadera senda, el maligno ataca con toda su fuerza y no antes!
Aún creo recordar la impactante imagen: la pendiente, las escarpadas paredes de roca y su alianza con espinosas trepadoras nos tentaba a retroceder y, unos pasos más arriba, los satánicos inquirieron bajo miradas sulfúreas:
M.S.1: ¿Vienen a la prueba?
M: ¿Qué prueba es esa?
M.S. 1 a n: [silencio y miradas hostiles]
P: Vamos a ver una cruz...
M.S 1 a n: [silencio y miradas hostiles]
Si su Ilma. el Sr. L. tuviera que anotar este diálogo cual partida de ajedrezoide no dudaría en transcribir:
M. S. 1: Apertura Proselítica.
M: Apertura de la Inocencia. ?
M.S. 1 a n: Defensa maga. !
P: Ataque Conciliador. ?
M.S 1 a n: Defensa maga y jaque mate. !
tras lo cual giraría sobre su silla 180 grados.
Quedamos aturdidos por la contundencia de los M.S. pero, sacando fuerzas de flaqueza, nos sobrepusimos y despedimos a aquellos bergantes con uno de nuestro mejores cortes: El Corte Mental ( que se define en el Vademecum Procuratorium como aquel que, tras ser procurado, deja al procurador con gran gustou a la par que íntegramente seguro) y proseguimos el ascenso.
Coronamos el barranco y nos dimos cuentas de tres verdades aterradoras:
1) El mismo terminaba en un Cul de Sac cual obra del malvado Pórculo, lo que nos hizo retroceder pegándonos a las paredes, por si las moscas.
2) Los M.S. habían desaparecidos por una galería que se perdía en las entrañas de la tierra y habían cerrado la puerta.
3) Había aún más huecos en el terreno.
M: Esto es, sin duda, un desenterramiento zombie. El gran G. A. Romero lo ha descrito en su Ars Zombica.
P: Más bien parece una futura carre...
M: ...los cuales no dudaran es descender esta noche a la villa y aterrorizar a la población.
P: No lo creo pero si así fuera, ya sabes usted que "ningún ser resiste un procuración sostenida de cortes puros".
M: Puede ser pero, por si las moscas, lo mejor será que saque a la Impaciente del Saco.
P: ¡Señor procurador!, no se referirá usted a....
M: No, no,...
Con esta conversación de por medio bajábamos cuando nos encontramos a unos piadosos paseantes que declararon que los hoyos eran para unas pruebas de "cuatro por cuatro", con lo que tranquilizó al señor P.
Más no engañarían a un veterano de mi experiencia...
Escribo estas notas con la esperanza de que esta noche no comience el rito de nuevo... que la puerta herrumbrada de una galería perdida en medio de un barranco permanezca en silencio. Que un lento descenso de criaturas atraídas por unas lejanas y cálidas luces nunca llegue a producirse. Que los perros queden silencio y no aúllen desesperados. Y, sobre todo, que mi amigo no tenga que levantarse, tras creer haber oído un ruido sordo, para que, aterrado, vea como la luna refleja una macabra mano que busca a tientas el pomo a través de una hendidura en su puerta...
Seguirá con.... "El ataque de los zombies" (o "Breve introducción a la Filosofía Zombie"(*)).
(*) Zombie como adjetivo.
... Tras degustar un soberbio almuerzo en la morada de mi ilustrísimo amigo Pantaleón III, PCm y su adorable esposa a base de caza selecta de la región, tubérculos "a´lla rustica" y macedonia de hortalizas frescas, regado todo con un excelente vino verde espumoso (del que di la mayor cuenta), decimos el señor procurador y yo dar un paseo por el lugar con la intención de espantar el espíritu de Morfeo (el cual, acreedor de Baco, se había cebado conmigo) y de intercambiar pláticas en torno a temas de rabiosa actualidad tales como "la Metafísica Extraterrestre desde un punto de vista punsetiano".
Estábamos profundamente sumidos en nuestras disquisiciones cuando, acaeció un extraordinario acontecimiento que me ha avocado a registrar esto en mi diario personal. Pues bien, digo que vimos y oímos cómo un grupo de gente, calladamente, peregrinaba hacia las cumbres del lugar y se concentraban en un remoto barranco lejos de los agentes de la ley y el orden.
Con sólo verlo, una certeza aristotélica se nos hizo evidente: eran unos Malditos Satánicos (M.S.).
Interesados sumamente por el suceso, abordamos a un lugareño (llamado vulgarmente un "lócal") y le demandamos información sobre aquel evento (so velada pena de sendos cortes a bocajarro). Puedo casi imaginarme la reacción de de Sr. L., PCm ante la extrañeza del caballero al ser inquirido:
-¿perdone caballero, nos podría decir que hay en ese barranco?
Reacción ésta consistente en rotar 180 grados y mirar en la dirección opuesta,... sin duda con la intención de proteger la retaguardia.
- Ahí arriba hay una cruz... , p'a llegar giran por ahí mismito, sí, por ahí,... ahí mismo delante giran....sí, más acá, ahí está el camino...
En resumidas cuentas, con datos precisos en mano, trazamos una ruta que minimizara el tiempo de acceso al lugar donde , cada vez más, concurrían los M.S., pero algo ocurrió en los cálculos derivativos pues tuvimos deshacer el camino tres veces bajo la atenta mirada de los locales. Finalmente, encontramos la Ruta Verdadera, ésa que lleva a la gnosis absoluta, y lo supimos de inmediato porque a nuestro paso salieron algunos M.S. con cara de pocos amigos. ¡Verdad, verdad es que sólo cuando uno entra en la verdadera senda, el maligno ataca con toda su fuerza y no antes!
Aún creo recordar la impactante imagen: la pendiente, las escarpadas paredes de roca y su alianza con espinosas trepadoras nos tentaba a retroceder y, unos pasos más arriba, los satánicos inquirieron bajo miradas sulfúreas:
M.S.1: ¿Vienen a la prueba?
M: ¿Qué prueba es esa?
M.S. 1 a n: [silencio y miradas hostiles]
P: Vamos a ver una cruz...
M.S 1 a n: [silencio y miradas hostiles]
Si su Ilma. el Sr. L. tuviera que anotar este diálogo cual partida de ajedrezoide no dudaría en transcribir:
M. S. 1: Apertura Proselítica.
M: Apertura de la Inocencia. ?
M.S. 1 a n: Defensa maga. !
P: Ataque Conciliador. ?
M.S 1 a n: Defensa maga y jaque mate. !
tras lo cual giraría sobre su silla 180 grados.
Quedamos aturdidos por la contundencia de los M.S. pero, sacando fuerzas de flaqueza, nos sobrepusimos y despedimos a aquellos bergantes con uno de nuestro mejores cortes: El Corte Mental ( que se define en el Vademecum Procuratorium como aquel que, tras ser procurado, deja al procurador con gran gustou a la par que íntegramente seguro) y proseguimos el ascenso.
Coronamos el barranco y nos dimos cuentas de tres verdades aterradoras:
1) El mismo terminaba en un Cul de Sac cual obra del malvado Pórculo, lo que nos hizo retroceder pegándonos a las paredes, por si las moscas.
2) Los M.S. habían desaparecidos por una galería que se perdía en las entrañas de la tierra y habían cerrado la puerta.
3) Había aún más huecos en el terreno.
M: Esto es, sin duda, un desenterramiento zombie. El gran G. A. Romero lo ha descrito en su Ars Zombica.
P: Más bien parece una futura carre...
M: ...los cuales no dudaran es descender esta noche a la villa y aterrorizar a la población.
P: No lo creo pero si así fuera, ya sabes usted que "ningún ser resiste un procuración sostenida de cortes puros".
M: Puede ser pero, por si las moscas, lo mejor será que saque a la Impaciente del Saco.
P: ¡Señor procurador!, no se referirá usted a....
M: No, no,...
Con esta conversación de por medio bajábamos cuando nos encontramos a unos piadosos paseantes que declararon que los hoyos eran para unas pruebas de "cuatro por cuatro", con lo que tranquilizó al señor P.
Más no engañarían a un veterano de mi experiencia...
Escribo estas notas con la esperanza de que esta noche no comience el rito de nuevo... que la puerta herrumbrada de una galería perdida en medio de un barranco permanezca en silencio. Que un lento descenso de criaturas atraídas por unas lejanas y cálidas luces nunca llegue a producirse. Que los perros queden silencio y no aúllen desesperados. Y, sobre todo, que mi amigo no tenga que levantarse, tras creer haber oído un ruido sordo, para que, aterrado, vea como la luna refleja una macabra mano que busca a tientas el pomo a través de una hendidura en su puerta...
Seguirá con.... "El ataque de los zombies" (o "Breve introducción a la Filosofía Zombie"(*)).
(*) Zombie como adjetivo.
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